.
A mí me correspondió vivir el día bajo la mirada de los exploradores más pequeños. Fue un día muy especial. La primavera se asomaba por las yemas de los árboles y los patos se comieron hasta la última miga de nuestro pan.
Fue todo tan intenso que apenas hubo tiempo para tomar unas fotos. Os dejo una, pero si la pincháis veréis que esconde varias más.
Así lo vio mi cámara:
No hay comentarios:
Publicar un comentario