Llegaron los especialistas, instalaron el circuito y descargaron el material.
Una hora después todo estaba listo: las calles, los pasos de cebra, los semáforos… También las bicicletas, los cascos, los petos, las viseras…
Solo faltaba el elemento humano. Así que bajaron los ciclistas, los peatones e incluso los espectadores.
Una sonrisa y a circular!
Que empiece la lección de educación vial en el Río Bidasoa.
Hay que decir que no fue preciso poner multas y que la policía tampoco tuvo que quitar puntos a los protagonistas.
Adelante!
2 comentarios:
La verdad es que está fenomenal. Nos lo pasamos muy bien.
No bien no lo siguiente.Jijiji molo mucho :D
Y Raquel por cierto montas genial.
:D Saludos :D
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